Una investigación liderada por el español Carlos Enrique Hermida despeja las incógnitas en torno a las Líneas de Nazca
El escritor suizo Erich von Däniken las dio a conocer en 1968 en Recuerdos del Futuro (¿Carrozas de los Dioses? en ediciones posteriores), libro del cual vendió millones de ejemplares. Las consideraba una de las pruebas de que las sociedades del pasado habían recibido la visita de extraterrestres que habían influido en la Historia. Según esta particular visión, Nazca era un complejo para el aterrizaje de las naves de unos visitantes que el ser humano había después convertido en dioses. La idea fue pronto refutada, ya que no cuadraba que unos prodigiosos visitantes volasen en unas naves que necesitaran de largas pistas, algo propio de los sencillos aviones terrestres. Además parece bastante difícil presentar como una pista de aterrizaje la espiral de la cola de un mono, por mucho que el simio mida 135 metros, o el zigzagueante cuello de un gigantesco pájaro de 300 metros. Tras demostrarse lo descabellado de su idea, pasó a defender que se trataba de una obra indígena concebida con el objeto de propiciar la vuelta de los dioses extraterrestres. Curiosamente, a pesar de lo que afirma Von Däniken, los arqueólogos descartaron desde el principio que se tratara de carreteras y que fueran incas nunca lo han contemplado, porque los incas todavía no existían cuando fueron hechas. Es posible que los nazcas solo quisieran que su obra se viera desde el cielo porque consideraban las alturas el lugar donde está la morada de los dioses, idea que han compartido muchas civilizaciones a lo largo de la historia. Extracto sacado de wikipedia.org
Una investigación liderada por el español Carlos Enrique Hermida despeja las incógnitas en torno a las Líneas de Nazca
“No sólo hemos desvelado el misterio con numerosas y contundentes pruebas, sino que también hemos descubierto un sistema que puede salvar millones de vidas en todo el mundo”. El español Carlos Enrique Hermida, director de diseño en Ingeniería, encabeza el equipo internacional Salvar Nazca, un grupo multidisciplinar que ha determinado que los enormes geoglifos que conforman las Líneas de Nazca, en Perú, son en realidad un complejo sistema de canales de riego de vastas extensiones de desierto.
El hallazgo de esta técnica, datada en la época preinca, supone un antes y un después para el yacimiento arqueológico, uno de los principales atractivos turísticos del país andino. Como explica Carlos Enrique Hermida a este diario, hace ocho años comenzaron el estudio de ingeniería inversa con técnicas de ingeniería civil a partir de los datos sobre las Líneas de Nazca (que abarcan un área de 2.500 km cuadrados) obtenidos por distintas vías. “Hemos usado tecnología informática, tratamiento de imágenes por satélite o programación especializada en cartografías actualizadas”, apunta el investigador. “Han sido muchas horas de trabajo; de cálculos y coordinación de datos”.
Salvar vidas
El objetivo de estos canales era controlar y aprovechar el agua en las diferentes estaciones del año ante las condiciones de humedad cambiantes en la región. Los integrantes de Salvar Nazca consideran que es un método aplicable a zonas con problemas de abastecimiento de agua. “La forma que tiene el ser humano de conseguir agua de la naturaleza es bastante invasiva y, en general, poco sostenible”, afirma Carlos Enrique Hermida. “El agua es un bien que no se puede ‘fabricar, solo tratar. Hasta ahora la ingeniería ha utilizado los métodos más caros y menos eficientes. Desarrollar un sistema de captación de agua no invasivo es fundamental para la sostenibilidad de nuestro ecosistema, más aún cuando puede ser muy válido en zonas de pobreza hídrica”.
El descubrimiento pone el acento en cómo es posible mejorar y aprovechar los conocimientos ancestrales aplicando los avances de la ingeniería actual. “Los numerosos desiertos del planeta pueden ser transformados en espacios donde cosechar agua”, asegura Hermida.
FUENTES: https://www.innovaspain.com/
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